viernes, 26 de junio de 2020

Arquitectura del paisaje: posibles campamentos romanos en Santiago de Compostela, Betanzos, Lugo, Tui y Vigo

LA IMPORTANCIA DEL PAISAJE

Lucus Augusti (Lugo), Betanzos, Tui, Vigo, Monforte y Santiago de Compostela tienen en común un mismo elemento topográfico: las ciudades están construidas en la explanada de un cerro cerca de uno o dos ríos, uno de los criterios defensivos de las legiones romanas (dos ríos para garantizar el suministro de agua en caso de cerco y en la cima de una colina para hacerla más defendible).


Betanzos. Los ríos Mandeo y Mendo rodean el campamento romano de Betanzos, construido sobre una colina que preside las marismas de la ría de Betanzos. Su función era estratégica y de control marítimo y una base secreta que estaba segura si había incursiones en la costa en el territorio de Brigantium. 




Lucus Augusti. La ciudad romana fue edificada sobre un bosque sagrado de Lucus los galaicos del norte en tiempos de las guerras cántabras y la época de Augusto. Lugo está ubicado al paso del río Miño y al pie de la planicie de A Terra Chá y sus marismas. El fortín de Lucus Augusti ocupa la explanada de la cima o la loma de un monte con faldas de gran pendiente. En la parte baja, había termas y un puente. Era fácilmente defendible pero a partir del siglo III y IV se reforzó con unas murallas de dos kilómetros.

Otros ejemplos son Tui (construída en la loma de un promontorio en la parte baja del río Miño) y Monforte (su castillo-fortaleza domina un cerro en medio de un valle muy fértil). Incluso Vigo se halla sobre la falda de un monte en pendiente presidido por el fortín de O Castro (donde había un castro) y está rodeado por el río Lagares y un manantial con cascadas que bajaba por las calles Príncipe, García Barbón y Rosalía de Castro (ahora es subterráneo y pasa bajo la escuela EMAO).


Santiago de Compostela (vista del río Sarela). En teoría, el campamento también se situaría en la loma de un monte (el barrio de Algalia-San Roque, la zona más alta de la ciudad) mientras que el Castro de Santa Susana (en la Alameda) ocuparía otro cerro-isla que estaría aislado por un estrecho corredor de paso (la moderna entrada a la Alameda). La actual catedral estaría situada en un prado en pendiente, donde se situaron los sepulcros y las termas (en lo que sería el Vicus). Al fondo del acantilado pasaría el río Sarela, una fuente de agua alternativa en caso de asedio. Santiago cumple los requisitos de estar en una loma fácilmente defendible y rodeada de dos ríos (Sar y Sarela).


Santiago (vista desde el Sar). La pendiente es más acentuada desde el río Sar (hay 80 metros de desnivel respecto al punto más alto de San Roque). Nuevamente sobresale el fortín (ahora, es donde se ven las torres de la catedral si se ven desde el monte Gaiás). 

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El doble muro en forma de "U" (Seminario Menor)




Una de las características topográficas del río Sar es que entre el monte de la catedral y el Seminario Menor se forma un estrecho corredor en forma de "U" (que hace de muro o escudo). Allí, en la loma del segundo muro, es posible situar fortalezas y torres de vigilancia (donde ahora está el Seminario Menor) que miran hacia el Sar. El corredor es una zona de paso (en medio de la ladera) que ahora conduce desde la plaza de España hasta el Museo de Arte Contemporáneo y Bonaval.

Aunque este estudio se refiere a unas "termas" cerca del sepulcro (halladas bajo la catedral), lo más probable es que se trate de una villa con calefacción bajo el suelo (algo típico de las villas romanas). 


Aunque la mayoría de los dibujos e infografías de este estudio ignoran el segundo muro del Seminario Menor para simplificar,  estos últimos recogen con detalle el descenso por la montaña (por la plaza de Galicia y bajando por la ciudad nueva hasta la actual Estación de Ferrocarril) sin interrupciones en el terreno. En dirección norte, (desde la plaza de Galicia hasta Fontiñas) se levanta un segundo monte (que hace la forma de "U") y que actúa de parapeto o muro defensivo de la ciudad en el lado del río Sar.






 Esto evidencia que Santiago era un asentamiento bien protegido y no se trataba de un lugar elegido al azar donde se erigían sepulcros sino que tenía muchas ventajas defensivas además de estratégicas (acceso al mar y a la montaña).  

Es posible que si ese asentamiento no prosperó y cayó en el olvido hasta el descubrimiento del sepulcro del Apóstol (en el siglo VIII) se deba que solo se trataba de un fortín de frontera dotado de su vicus (aldea) y una mansión de viales. No llegó a ser una ciudad importante ni mucho menos. Tras la pacificación de Augusto en las guerras cántabras a finales del siglo I AC, el fortín perdió toda su funcionalidad y el castro de Santa Susana también se abandonó paulatinamente. Aunque ese núcleo semiurbano siguió funcionando como mansión de calzadas, en los siglos III y IV, con todo el caos que se generó en el Imperio, se abandonó. La zona no volvió a tener repercusión hasta la Edad Media y el lugar del sepulcro se convirtió en una zona pantanosa (allí hay manantiales y aguas subterráneas).

Un patrón común: fortalezas en las lomas

Las anteriores ilustraciones muestran un patrón común: los fortines romanos estaban situados en emplazamientos de fácil defensa (en lomas) y con cómodo acceso al agua para resistir asedios (quizás los ríos estaban protegidos por empalizadas). Este esquema constructivo se repite en los fortines fronterizos de Britania, entre otros. Junto a un fortín había siempre un "vicus" (villa auxiliar civil para acoger a los artesanos, comerciantes, suministradores de alimentos, mesones, ocio, termas...). Este modelo constructivo hace pensar  que Vigo también tenía un fortín romano dominando la acrópolis del Castro (y que ahora ocupa una fortaleza tardomedieval) y que en Tui (donde ahora está la catedral) podría haber otro fuerte similar y su vicus. Es solo una suposición basada en estos esquemas.